¿Qué te viene a la mente cuando alguien te dice: toboganes, saltos de agua, piscinas…?

Todo el mundo viaja mentalmente a un parque acuático pero… ¡no!

¡Hablamos de barranquismo!

¡Creo que podríamos considerarlo como la actividad multiaventura de agua más solicitada de todo el verano!

En España, hay muchísimos sitios para realizar esta actividad, desde la zona de los Pirineos, Picos de Europa o Valle del Jerte hasta Sierra Nevada o el Cañón de las Buitretas (Málaga). Tramos más o menos largos pero todos con un denominador común: recovecos en la piedra, saltos casi imposibles y mucha, mucha agua. Nada mejor para refrescarte con estas oleadas discontinuas de calor, y sólo necesitas un bañador y unas zapatillas o botas que agarren bien. Fácil, ¿no?

Pero… ¿sabéis cómo empezó todo?

La curiosidad por la naturaleza y las montañas estalló entre las clases aristocráticas europeas, especialmente francesas, inglesas o alemanas en el siglo XVIII, quienes movidos por el interés de descubrir nuevas grutas y cuevas, “echaron a andar”. Pero, no cabe pensar que estos lugares donde actualmente se hace barranquismo eran del todo desconocidos. Los propios lugareños con mucha anterioridad y debido a sus quehaceres diarios recorrieron parte de estos lugares tan misteriosos y mágicos. Hablamos por supuesto de pastores, cazadores o pescadores.

Actualmente existe un listado inmenso de lugares donde hacer barranquismo, y seguro que no muy lejos de tu zona, porque sólo en España se conocen aproximadamente 2000 rutas, de mayor o menor dificultad donde sumergirte en la naturaleza, oír los saltos de agua y disfrutar de una refrescante y divertida caminata.

Los barrancos miden su dificultad en varios valores como son su envergadura, el carácter vertical y el carácter acuático: ríos más o menos caudalosos, toboganes de distintos tamaños, saltos de agua, piscinas más o menos profundas, tramos donde la única salida es la práctica de rápel o tirolina… Seguro que ahora mismo no puedes pensar en otra cosa. Si te has quedado con ganas de leer más, ¡necesitas urgentemente probarlo!

Lo dicho… si tienes pensado practicar barranquismo, este es el vocabulario básico con el que debes familiarizarte a partir de ahora: caminar, destrepar, trepar, escalar, pasamanos, rápel, natación, tobogán, saltos, tirolina… Si eres un aventurero, ésta es tu actividad. Y si no lo eres, ¿por qué no pruebas?

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